Para un mago, que haya vivido sin contacto con el mundo muggle, existirán artefactos muggle que le parecerán extraños. Y no es para menos, porque los muggles llevan una rutina libre de magia y usan en cambio una energía a la que llaman "electricidad" (lo que no saben es que, inadvertidamente, ellos también usan magia, pero de otro tipo, a la que llaman "ciencia").
Pero es de llamar la atención que, aún cuando existen artefactos desconocidos, tales como el extraño patito de hule, los magos usamos otros, los cuales surgieron del ingenio muggle en su afán de mejorar su vida sin magia, y que con ayuda de algunos hechizos se han convertido en casi indispensables para algunos magos.
Un hechizo Sonorus puede amplificar el sonido de un mago, al usar la varita como medio para este fin, mientras que los muggles utilizan un complicado sistema de artefactos conectados por hilos metálicos y electricidad, usando para amplificar el sonido unas cajas similares a las que tenemos en nuestros radios.
Los radios, por cierto, fueron una invención muggle que inspiró la creación de nuestros receptores de señales mágicas, donde escuchamos los últimos éxitos de Celestina Warbeck o Las Brujas de Salem. El principal logro de esta modificación fue el uso de un hechizo simple que exige una palabra secreta para poder escuchar la señal, lo cual fue de mucha ayuda durante la guerra mágica.
Algunos se han atrevido a ir más allá, añadiendo la capacidad de volar, lo cual aún no ha sido logrado por los ingeniosos muggles más que en sus aparatos aeroplanos, lo cual es peligroso si no se cuenta con un sistema de invisibilidad o camuflaje, para evitar repetir el horrible y sonado incidente del coche volador de Londres.
Además de los automóviles, los carruajes y carretas arrastrados por criaturas mágicas gozan de mucha popularidad en las zonas rurales, escondidas de la vista de muggles. Los barcos submarinos, a su vez, encuentran en las zonas costeras de fama legendaria su mayor uso, siendo el más famoso el barco escolar de la Academia Durmstrang, avistado y confundido con un barco fantasma por muggles durante las rutinarias salidas del agua de la nave.
Y no hay que olvidar que, para transportar a los magos principiantes al colegio Hogwarts, se adaptó un área de la estación King's Cross como entrada hacia la estación desde donde parte el tren que los lleva cada inicio de curso hasta Hogsmeade, desde donde se transportan por barcas y carruajes hasta el castillo.
En resumen, debe reinar el sentido común a la hora de modificar un artefacto muggle, observando que sus nuevas funciones pasen desapercibidas a los muggles con los que esté en contacto, para no arriesgarse a lastimarlos o a violar el Estatuto del Secreto.
Para finalizar, ¿qué artefacto muggle te gustaría modificar?, ¿cuáles serían sus nuevas funciones? ¡No olvides ponerlo en comentarios!
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