La historia de Voldemort es constantemente repetida, pero también intrigante. El Señor Oscuro no tenía más armas tan poderosas jugando en su contra como el amor. Era un mago grande, y en su grandeza llevaba la perdición.
Regresemos
en el tiempo. Merope Gaunt, la ingenua bruja descendiente directa de
Salazar Slytherin, se enamoró del muggle Tom Riddle. Su padre, adepto a
la pureza racial mágica, jamás permitiría la unión.Un filtro de amor fue responsable de la unión que trajo a Tom Marvolo al mundo.
Un niño abandonado en un orfanato, en el que había más niños a los que atender, jamás entendió las relaciones humanas, pero aprendió a conducirse en sociedad para su provecho. Nunca pudo amar, y jamás consideró al amor como un arma en contra. Subestimó el poder del amor y le costó la vida.
Los fantasmas, penando por errores de su pasado, a los que debía una disculpa, se interponen a sus planes.
Myrtle, quien sufría el acoso de sus compañeros, se encontraba en el momento y lugar equivocados cuando encontró la muerte. Cincuenta años después, ella misma es quien dirige a Harry Potter hacia la entrada de la Cámara de los Secretos. Myrtle amaba su escuela.
Helena, quien sufría la culpa por el robo de la diadema a su madre, añadía a su sufrimiento el engaño del que fue víctima al encontrarse con un joven Tom, quien obtuvo a cambio la única pista sobre la largamente perdida joya mágica. Al sufrir el ataque sobre el castillo, Harry obtiene de Helena la información necesaria para obtener y destruir el remanente del alma de Voldemort, que se ocultaba dentro de la diadema. Helena amaba a su madre, y su madre la amaba.
El
joven Regulus era sin duda un digno representante de la nobleza mágica,
descendiente de una familia en la que pertenecer a Slytherin y militar
entre las filas de los mortífagos se consideraba el mayor orgullo.
Ingenuo, se une a corta edad al ejército de magos oscuros, para darse
cuenta de los horrores de la guerra. Descubre con gran dolor el maltrato que sufren las criaturas mágicas, y salva a su elfo doméstico para aprender de forma dolorosa el secreto del gran mago oscuro y su camino a la inmortalidad, pagando con su propia vida.
La familia Black, por sus principios, puede estar orgullosa de haber formado parte de los mortífagos, pero debería estarlo aún más de los héroes que dio al mundo, que hicieron posible que la guerra de Voldemort no se consumara a favor del mago oscuro, con acciones que quedan en el anonimato, perdidas entre cientos de duelos durante la guerra.
El joven Severus Snape sufría de abuso en su familia, y su madre estaba orgullosa de que su hijo pudiera ir a Hogwarts.
Severus conoció a una pequeña Lily Evans, quien también tenía magia, y se hicieron amigos.
El orgullo de Severus fue el obstáculo que impidió que su relación continuara, pero su amor por Lily nunca desapareció. Severus amaba a Lily, y juró proteger a Harry, aunque le costó la vida.
Lily Evans se casó con James Potter, y de su relación nació Harry. Al ser alertados por Dumbledore, se ocultaron para proteger a Harry. El sacrificio de Lily para proteger a Harry fue suficiente para que el hechizo asesino no lograra su objetivo, hiriendo en cambio al mago oscuro. El amor de los Potter por Harry lo mantuvo con vida.
Narcissa, educada como una noble descendiente de magos, orgullosa de su sangre pura, se unió a Lucius Malfoy en matrimonio. Su único hijo, Draco, termina por convertirse en sacrificio viviente, como una forma de humillar a Lucius por sus constantes fracasos en el transcurso de la guerra mágica. Narcissa sufre al ver cómo el peso de las acciones del Señor Tenebroso van destruyendo poco a poco a su amado hijo. Al revisar el cuerpo de Harry Potter y encontrarlo con vida, no duda en que el mago le ayudará a saber si su hijo continúa con vida, arriesgándose a sufrir el castigo del mago si su mentira se descubría. Harry es salvado una vez más por el amor de una madre.
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