miércoles, 19 de junio de 2013

De Harry Potter, arañas y soldaditos de plomo.






Seguramente recordarán esta impactante noticia que apareció en El Profeta, sobre la posibilidad de que Harry estuviera demente en realidad. y si no la recuerdan seguro es porque no se pasaron por acá en el verano.

Pues el punto es que no están tan lejos de la realidad. Si son visitantes frecuentes a este club, seguro recuerdan uno de mis tantos textos meditativos sobre la reivindicación de los villanos como víctimas de las circunstancias.
Con estas premisas, y después de un poco de reflexión llegué a lo siguiente:


-Harry pudo haber sido víctima de las circustancias.

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La mente humana es maravillosa, tan fuerte como para curar una enfermedad o provocarla, que muy probablemente la historia de Harry pudo ocurrir en su cabeza.


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Dumbledore dijo alguna vez que "sólo porque esté ocurriendo en tu cabeza no significa que no sea real".


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La extraña vestimenta de los magos resulta no ser tan extraña si vemos la gran cantidad de "tribus" urbanas que en el tiempo que se desarrolla la historia ya existían en Londres y pueblos circundantes.


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Hablar con serpientes ya es una señal suficiente para sospechar de una enfermedad mental, pero recuperar los centímetros de cabello recortados en una noche es para sospechar de hechos sobrenaturales (¿alguien más pensó en posesión?).


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¿Por qué razón se abandona a la única esperanza de la humanidad frente a la entrada de una casa, a sufrir las duras condiciones de una noche inglesa, esperando que los ocupantes de dicho lugar le reciban con los brazos abiertos al día siguiente?


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No a cualquiera le dan la tarea de enfrentar la muerte a cambio de la salvación del mundo. Mucho menos le dan la oportunidad de reflexionarlo. Se necesita una gran calidad de persona para afrontar ese momento sin más herramientas que una varita mágica contra el más poderoso mago oscuro de todos los tiempos.


A pesar de todo, Harry no era una persona normal. Harry era un mago de verdad. Quizá nunca sabremos si estuvo enfermo en realidad, pero sí sabemos que sufrió uno de los peores casos de abuso doméstico, privado de la libertad de deambular libremente por su casa, de cualquier comodidad, incluso de disfrutar de un grupo normal de amigos.

Si esto nos enseña una lección, bien puede ser la siguiente: No te rindas. Puede ser que estés en la peor de las situaciones, pero el siguiente paso puede ser el que cambie tu vida para bien.

¡Espero sus comentarios!

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