martes, 18 de junio de 2013

Magia del cuerpo humano: el efecto placebo


El mundo muggle no puede ser más complicado, y puede tener tanta variedad de curiosidades como de costumbres y manías.
¿Sabías que muchas de tus enfermedades no son sino manifestaciones de algunos malestares emocionales? por ejemplo, el dolor en cierta parte del cuerpo puede originarse por un sentimiento de culpa, y los médicos sólo pueden llegar a esta conclusión tras haber examinado debidamente el área y no encontrar razones biológicas detrás de ello.

Bueno, ese no era el tema del que hoy iba a tratar, sino del efecto placebo.
El cuerpo humano es tan mágico como el cabello de un unicornio, y puede curarse a sí mismo. El efecto placebo es una capacidad que tiene el cuerpo para curarse a sí mismo si se le aplica una sustancia que normalmente no tendría efectos curativos de ningún tipo sobre el organismo, pero si la persona cree que esa sustancia funcionará, su cuerpo recibirá esa sustancia y la hará mejorar sus síntomas.
La mayoría de las ocasiones, la persona a la que se aplica un placebo no se entera, lo que hace mucho más efectiva la recuperación de una enfermedad. Generalmente la recuperación tan rápida se debe además a que su enfermedad tiene origen en la mente, lo que haría imposible que se recuperaran con medicamentos normales pues éstos actuarían sobre un organismo que no está realmente enfermo, sino que sólo muestra los síntomas.
Si has leído el libro de "El perfume" habrás visto un fenómeno de este tipo: cuando el personaje manifiesta llagas, erupciones y síntomas de una extraña enfermedad que lo ponen al borde de la muerte, y en cuanto el señor perfumero le promete que si se recupera le dejará ir a aprender el oficio, comienza inmediatamente a mostrar una recuperación como por arte de magia. En este caso, el placebo no fue una sustancia sino una situación, pero actuó de la misma forma que si se le hubiese hecho beber alguna sustancia.
El mundo mágico no se podía quedar atrás: ¿recuerdas el primer partido de quidditch de Ron, para el que éste estaba muy nervioso? pues Harry probó el efecto placebo en su amigo, haciendo uso de dos trucos: hacer el ademán de verter Félix Felicis en la bebida de Ron y además no desmentir a Hermione sobre el hecho de que había puesto algo dentro de la bebida.
Éstos dos factores garantizaron que Ron se creyera bajo los efectos de la poción de la suerte y eso le ayudó a ganar el partido de quidditch. (tal como los medicamentos milagrosos que anuncian en los infomerciales!)
Así que ya lo sabes, si el médico detecta que tu enfermedad no es real, sino producto de tu mente/imaginación, aquella pastillita tal vez no sea sino un placebo que te hará mejorar como por arte de magia.

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